sábado, 27 de diciembre de 2008

Tres referencias


Acabo de terminar el último capítulo de Life on Mars. Creo en lo que han trabajado. No sé cuánto es fruto del azar en lo que se crea, cuánto se trae, cuánto se compra, cuánto se pide prestado, cuánto se roba a conciencia y cuánto se roba sin saber. Que se entienda, por favor, no se me ocurre pensar en algo robado en el sentido del plagio y hurto barato. Hablo de todo lo que se extrae de todas las fuentes posibles para hacer algo nuevo.
Creo en el salto de la TV cerrada a la TV abierta. Lo que viene de Los Soprano de HBO y desemboca de alguna manera aquí. Insistiré siempre que antes de Los Soprano estuvo Expediente X en tanto y en cuanto generó otras miradas sobre las series y otra forma de tramar. Las citas, las referencias, estuvieron en el cine y un día entraron en las series. La referencia era un elemento más de construcción de la trama y tenía que ser más que una idea para que pudiera funcionar narrativamente, pero estaba y está claro que puede ser parte de la maquinaria ficcional.
Life on Mars propone abiertamente dos citas: una, es El mago de Oz. Sam Tyler es Dorothy. Un accidente de coche es un tornado y Oz es 1973. Referencias.
Otra es Un yanqui en la Corte del Rey Arturo de Mark Twain. Ese hombre que de repente está participando de otro tiempo. Uno de los primeros viajes en el tiempo dentro de la literatura que podemos rastrear efectivamente.
Todos esos mundos de la ciencia ficción tienen esos y mil elementos más conjugados, pero amén de todos los escritores que podamos encontrar y los hayan trabajado, uno les dio forma y permanencia: Philip K. Dick. Él trabajó sobre el hombre fuera de su tiempo o fuera de su sitio, perdido de alguna manera pero siempre dudando de cuál es la realidad a la que pertenece. En Life on Mars Sam Tyler se hace la misma pregunta y la respuesta no se da. Cuál es el verdadero yo, cuál es la verdadera memoria, cuál es el presente.
Es imposible no mirar todas estas ficciones sin aplicar el prisma de Dick sobre ellas, casi de la misma manera que no se puede mirar la relatividad sin Einstein o la evolución sin Darwin. Quiero decir que ya todo estaba dicho antes y fue reformulado. Un antes y un después que se asocia a un nombre.
Yo creo que esas tres referencias me ayudan a pensar en que las historias siguen en movimiento, se arriesgan y pueden ser originales. Life on Mars es una bella serie referencial. Ha sabido beber y ha hecho un bonito cóctel de lo que otros podrían hacer mamarrachos. Que por otro lado es el gran peligro de estos tiempos; la posibilidad de querer hacer algo hiperoriginal y quedarte con un mamarracho en la mano.
Estuve contento todas estas horas con Sam Tyler y Gene Hunt. Obviamente que con todos los demás, y con los directores y los guionistas y los creadores. Quiero aprender de ellos. Quiero aprender a crear algo que transmita y emocione. No engancharme con una matriz, mera reproductora, que busca los distintos ángulos para seguir contando infinitamente lo mismo.
Es una expresión de deseo. Tener buenas referencias y desde hoy a la noche, tengo otra en mí.

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